La autovía AG-64, que enlaza Ferrol y Vilalba, también está siendo evaluada por la Guardia Civil de Tráfico. Se trata de averiguar si los accidentes de camiones -en los dos últimos meses se registraron cinco- pueden tener su origen en alguna deficiencia de la calzada.
De ahí que se esté trabajando ya en el estudio sobre la siniestrabilidad de la misma, que no es elevada, teniendo en cuenta el volumen de tráfico pesado que soporta, para determinar si guarda relación con el estado de la vía. La mayoría de los percances, entre los que hubo una víctima mortal hace dos años, una joven conductora de un turismo, ocurrieron en el tramo de las curvas de San Sadurniño.
Drenaje defectuoso
Los camioneros que a diario circulan por la misma autovía sostienen que el tramo en cuestión tiene un drenaje bastante deficiente, motivo por el que el agua discurre por la calzada provocando salidas de vía y el efecto tijera de los vehículos. La Dirección General de Tráfico no tiene catalogado ningún punto negro a lo largo de todo el trazado, pero, aún así, la Guardia Civil está realizando un informe para confirmar que las condiciones de la vía sean óptimas.
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